Me prometí que escribiría el día de mi
aniversario, así que aquí voy…
Parece que fue ayer cuando apresuradamente
(como siempre) salí de casa de mi hermano Lalo con mis maletas a medio terminar
y tratando de pensar qué se me olvidaba rumbo al aeropuerto. Hoy he dejado
atrás 18 países y más ciudades, pueblos, playas y aldeas de las que puedo
recordar.
Este viaje, que me lo ha dado todo, quedará
para siempre en mi memoria (o, en mi caso, digamos por muchos años porque mi
memoria no se caracteriza por su capacidad de retención).
Muchas veces me preguntan cuál es el lugar que
más me ha gustado de todo lo que he visto y siempre, con dificultad respondo
que Bali, pero no es del todo cierto. Responder algo así a la ligera, es como
responder a la pregunta de “cuál ha sido la/el novi@ a la/el que has querido
más?”, que aunque te hayas casado con un@, no necesariamente significa que es al/la
que más quisiste. Tod@s tuvieron lo suyo; que puede que haya dejado de ser
atractiv@ para ti, pero en su momento, l@s quisiste a tod@s (discutible, lo
sé). Así, cuando te tomas el tiempo para analizar todo lo que viste y lo que
viviste, puede que digas como la mayoría de los papás de sus hijos “todos son especiales y a
todos los quiero por igual”. Al final para mí es una cuestión de las
circunstancias que tocaron vivir en uno u otro lugar; es la compañía que tuviste,
las actividades que hiciste, el clima que te tocó y sobre todo, la actitud con
la que estuviste ahí.
Por eso todos los lugares que he visitado, en
mayor o menor medida, generaron una experiencia inolvidable. Así, la Copa del
rey en Madrid, la final de la Champions Ligue en Barcelona, la Fórmula1 en
Valencia, la visita a la mezquita en Delhi, India, el buceo en Phi Phi,
Tailandia y en Perhentian, Malasia, el trekking (senderismo) en el Himalaya y el vuelo sobre el Everest en
Nepal, el snorkel en la isla Gili en indonesia, el kayak en Halong Bay,
Vietnam, los paseos en bicicleta por los templos de Angkor en Camboya, la clase
de cocina y el curso de meditación en Chiang Mai, Tailandia, la moto GP en
Malasia, así como las fiestas en Ko Tao, Tailandia, Granada, Barcelona y
Madrid, España, en Praga, República Checa, en Siem Reap, Camboya y en Saigón, Vietnam, son los momentos que más
recordaré.
La oportunidad de conocer a Nick, un ex piloto de moto2 en Nueva Zelanda, Becky, una escritora inglesa que viaja por el mundo en busca de material para su nuevo libro, Oscar, un cantante de Hip Hop holandés a punto de liberar su segundo álbum, Eyal y Horam, un ex militar y un instructor de vuelo Israelíes, Inma, una asesora de imagen española, Harold, un fotógrafo francés, Jure, un ex jugador de Hockey en el equipo nacional de Eslovenia, Bhwan, el guía de trekking en el Himalaya que lo hace para pagarse los estudios, varios hombres y mujeres con trabajos de tiempo completo o con negocios, estudiantes y de todo tipo de “background” y a mis hermanos: Micky, Juanpi, Gaby, Danielle, Candice, Bree, Mark, Fran y Félix, así como pasar tiempo con mis queridos amigos: Katya, Anouk, Mukesh, Ana, Mafer y Héctor y uno que otro romance en el camino, me ha permitido aprender y entender mucho más que antes y de paso, divertirme como enano!
Recuerdo cuando apenas iba hacia Europa y que
no tenía ni idea de que acabaría en el Sureste Asiático. Lo más lejano que veía era la India y
me daba un poco de miedo. Ni se me pasaban por la mente Nepal, Tailandia, Laos,
Vietnam, Malasia, Indonesia, Camboya ni Singapur. Más tarde los empecé a
considerar sin tener la menor idea de qué esperar de ellos; sin saber más que
lo que la mayoría de nosotros que hemos ido a la escuela y vemos las noticias
de vez en cuando sabemos: que la guerra de Vietnam, que las torres petronas en
Kuala Lumpur, que los atentados en Bali y que la película de “la playa” y “the
hangover 2” sobre Tailandia. Luego descubrí que tenemos más en común de lo que creía y que son
mucho más turísticos de lo que esperaba.
Muchas ciudades han sido y son cada vez más
populares destinos turísticos para españoles, alemanes, franceses, ingleses,
suecos, holandeses, rusos, chinos, japoneses, koreanos y muchas otras
nacionalidades incluyendo, en menor medida, argentinos y chilenos. De pensarlo,
al principio te parece que será carísimo y que está muy lejos. No tanto…
Los vuelos desde México son razonables si se
sabe a dónde volar y se compran con anticipación, y no son más caros que desde
Argentina o Chile y la estancia es significativamente más barata que en la
mayoría de los países europeos. Los vuelos domésticos y regionales, los
autobuses, los trenes, los hoteles, la comida y la bebida son mucho más baratos
incluso, en algunos casos que en México.
Todo eso ha hecho que Asia en general y el Sureste Asiático en particular se hayan posicionado en mis preferencias al grado de no quererme ir. Hay tanto qué ver y tanto qué hacer que se podrían pasar años descubriendo nuevas cosas. Definitivamente lo volvería a hacer; sin embargo, parece que es tiempo para mí de cerrar este ciclo y abrir uno nuevo, tratando de vivir las más aventuras posibles en el camino; mientras tanto, les dejo la tarea de soñar con esos lugares tan lejanos y exóticos que están al alcance de la mano…hasta la próxima!
Que padre experiencia! Me encantaria poder vivir algo asi...
ResponderBorrarMe encanto!!!! Ahora si nos contaste muuucho!!! Gracias x ayudarnos a soñar con esos lugares co dices tan lejanos y exoticos! Y con fotos!! ;)
ResponderBorrarMR
Has vivido cientos de vida en una sola, desde que decidiste iniciar esta aventura🙏
ResponderBorrar